Retrato.
RETRATO En mi niñez yo era una niña feliz, con mi madre y padre y tíos y abuelos, ellos me amaban como la cara a una nariz; esos cuatro años no los cambiaría ni por mil euros. Cuando nació mi hermano fue un día perfecto, adoro su hermosura, y a la vez su fealdad, desde el día que nació le tengo afecto; parece que es un sueño lleno de felicidad. Aquel día, en la ciudad de Santander, era un día lluvioso y mi madre recibió la llamada, en aquel momento se nos partió el corazón y nos hizo ver, hay que amar la vida porque a veces es malvada.